Datos personales

sábado, 20 de noviembre de 2010

¿Por que no jugar?

Juguemos a ser invisibles

a crear mundos

en pequeñas gotas de lluvia

a encontrarnos en la mortalidad

y a perder el tiempo como mantequilla en el pan.

Enamorarme de tu sonrisa

pues es todo lo que tu destello me permite ver.

Danzar con las constantes tormentas

que besan mis pechos

juguemos a mirarte por la ventana,

admirar toda tu persona,

esa danza interminable entre tu audacia,

y mi temperamento

algo que ya no me deja dormir.

Deletrear tu nombre como palabras de amor,

esas que no te dejan pensar

que no te hacen dudar.

Descifrando eso que hay en la cama con cada invierno,

eso que corre en cada parpadeo

lo que gotea en mis manos

después de tu confusa bienvenida.

Juguemos a desconcentrar lo irreal

todo lo que nos lleva a soñar,

a rodearnos de noches cálidas

de dolor que sospecha en presencia de un adiós.

Juguemos a descubrir todo eso donde caminamos,

al susurro del viento, con el granizo del llanto,

si juguemos por que me gusta

sonreír cuando miro tu sonrisa

en el costado de mi hombro,

tu mentón tan perfectamente acomodado.

Me entretengo por que ríes,

como si nadie estuviera prestando atención,

juguemos por que al final recordamos

que éramos extraños

en ese espacio vacío, que luego dejamos

y entendemos lo que nuestros

pensamientos nos dejan ver,

nos dejan vivir,

donde en nuestro tiempo podríamos

dejar de ser tan extraños.

Juguemos a rozar nuestras manos

pues puedes sentirlas,

juguemos, acariciemos nuestros cuerpos,

pues eres un secreto,

sintamos nuestros pies helados por las noches,

pues es compartir tu cama.

Juguemos a caber en la fantasía, en un bostezo,

pues dormir en tus sueños no parece venganza.

Crezcamos pues mis labios me piden besarte,

conozcamos pues en mi mente,

no solo eres un alma, eres persona.

Juguemos a seguir con nuestros días,

no necesito escuchar el arrullo del mundo,

solo el derretido suspiro que das

cuando nos sentimos.

Juguemos eso que es no tener miedo,

y vivo junto a ti,

y rio junto a ti,

y todos nos miren y digan

¡Oh! Que felicidad,

pues claro, juguemos a eso,

que es amar.

sábado, 13 de noviembre de 2010

Probablemente no lo se.

Por que es probable que al final me sienta tan lejos de ti

Por que es casi seguro que no me entenderás

Por que es más real que al final quiera abrazar otros brazos

Que me sienta mas lista a lado de aquellos labios

Que me hacen gozar desde la razón hasta la imaginación

Que me de miedo antes de llegar al final y regrese a besarte

Que las posibilidades que mi ser me regalan en las tormentas

No son mas que ideas que parecen voces vacías

Que me toman en una dirección en la que no se sientan a platicar

Por que es probable que en lo personal te busque

Que me dejes con tanto llano bajo mis bolsillos

Y que en todo esto no logre perderte,

No logre alejarme

Por que en el principio siempre me siento segura a conversar

Con tu respiración y mi pasión

Por que es probable que al amanecer desee al instante abrazarte

Besarte y salir a buscar eso que probablemente tú te puedes quedar

Por que en lo mas seguro de mi inconsciente no me diga

Como hacerle con el día a día

Y mucho menos con cada noche que se cae de tanto ya no sentirla

Por que parece real que la oscuridad me abrace en mi costado

Deseando fueras tu la persona mas deseada por mi pecho

Por que es casi seguro que cuando termine en mí

Se parezca tanto a una agonía, sinfonía constante de pasajeros

Que las manecillas ya marquen al revés y yo me diga

Tantito más y puedo enamorarte

Tantito más y ya puedo mirarte, acompañarte

Por que es casi imposible, que nada sea tan malo

Que nada sea tan bueno, que nada se ya casi extinto

Por que es creíble cantarle a esto que nunca escuchas

Y hasta que te sienta sentado en la luz

Creo que podría creer por ti,

Creo que podría estar tantito y más segura

Por que es probable que le deje paseando

En los andenes de desperdicio constante,

Por que los labios de esta mujer se han congelado

Se han agotado de tanto pedir

De tantito y más cegarse en el descanso eterno.

domingo, 7 de noviembre de 2010

Algo a escondidas

Algo aquí que no me deja entender eso

que tú no me dejas tocar

tu pelo se acerca a mí,

tu aroma se impregna en mi almohada,

en mis manos, en mi boca, en mi cuerpo,

y tus caderas se vuelven mi desliz.

Aquello que no me permite ansiarte

todo lo que me hace esperarte

para estar mejor

todo ese rato para abrazarte tan hondamente

que parece puro placer lo que a escondidas

te callas frente a todos

lo que en murmullos todos hablan,

lo que tus sonrisas dicen sin descontrol

cuando miramos el cielo en pleno invierno,

cuando matas eso que nos duele,

que nos deja esa sensación

de volvernos a encontrar

que mis días son alegres

y tu solo alejas todo lo que me duerme.

Despiertas partes de mi inconsciente

que no sabía como encontrar

y con el calor de nuestros cuerpos

borras mi mente, dejas el vacio que en mis risas había.

Algo como todo lo que me hace gritar

esta sensación enorme de tocarte

de deslizar mis manos por tu cuerpo,

entre tu pecho, por debajo de tu falda.

Que incluso cuando estoy sola escucho tu voz

tan cerquita de mí,

que incluso cuando me acuesto

a compartir cama con otra persona

siento que me abrazas y me besas.

Que contigo guardo toda la cursilería en el closet

Y nos vamos a disfrutar, de lo más superficial,

que de tu cariño yo no vivo y se te puede ir,

cuando a veces me quedo contigo,

que te olvido y aun sigues aquí y me aterras de miedo.

Por que se abre la puerta y sigues pesándome,

y sigo besándote.

Algo que pasa en la noche

que logras hacerme loca

con tu desenfadado estilo de celarme

que haces que yo te cele.

Que tu voz parecen ojos

y me cantan de esas

para que nadie entienda

y solo tú y solo yo

nos vayamos a la cama.

martes, 2 de noviembre de 2010

¿Qué como te conocí?

Anoche alguien preguntaba como nos conocimos,
que mientras mi mente pesaba en la respuesta
también recordaba que mi gusto
andaba entre gente invisible
y tu nombre que sobresalía de apenitas,
como una historia irreal.
Alguien respondía, fue como de chiste,
dijo, yo reaccionaba y reía,
te quería.
Todos hablaban de eso
mientras yo perdida en tus manos,
sonreía y me preguntaba
¿Qué como te conocí?
Sobre saltada de la emoción,
esperaba que respondieras, muda de mirarte,
lo decías cual cuento encantado,
una historia poco creíble.
Anoche la gente bebía, bailaba y reía
hablaba y resoplaban
contentos de dejarnos en paz
te abrazaba,
seguida de la conmoción de saberlo.
Anoche lo sabia, ya todo más claro
todos miraban, la gente gozosa de nuestro hablar
y yo seguía mirando tu respirar.
Anoche lo dejaba todo y seguía a tu lado,
seguías siendo tu, seguías siendo yo
todos parecían funcionar
no habías suspirado así en tu vida
me decían
mientras yo me sorprendía.
Anoche parecía muy feliz
me decían
mientras besabas mi frente
cual costumbre tenias.
Anoche todo parecía
y mi mente creía
me contestaba
¿Qué como te conocí?
fue el día mas aliviada que tuve
entonces conocí una forma
más tranquila de aprender de ti.

lunes, 1 de noviembre de 2010

Entre tu piel y tu mente

Entre tu piel y tu mente

Es difícil aceptar en voz alta las ideas

que me vienen a la mente

cuando siento tus manos rosándome.

Difícil confesarte que alucino de noche

que tus aromas, atraviesan todo hasta mi pecho.

Explicarte donde se supone deberíamos quedarnos

donde se supone debería contener mi cuerpo

por el afán del tuyo.

Complicado reconocer esa obsesión con el mar,

con las aguas de tu calor que bañan mis fantasías.

Es difícil decirle no, a esta agitación,

que asfixia esa sensación que me hace tocar la verdad.

Que tus labios razón cada centímetro

en que nos decidimos por disfrutar.

Como me dejas contarte que en los horizontes

de mis delirios me veo compartiendo

cama, tu junto a mi.

Que no te escucho mientras hablas solo

cuando respiras encima de mi.

Difícil reprocharte que tus ademanes

de niño elegante inquieten mis desvelos

por ti en plena madrugada.

Como si yo debiera decidir entre tu piel y tu mente.

Delicado compactar las palabras que mi boca

emite cuando trato de darte todo.

Que tú, con mi cuerpo empatan mis ganas

de conmover a esa noción palpitante

de angustia.

Y en cada anochecer, que cae en nosotros,

respiramos como si el despojarnos

del antifaz fuera lo más habitual.

Es difícil darte la noticia que oculta mi pasión

cuando regreso a perderme con mi luna

y aparece esa falta que de sobra queda

cuando duermes junto

a mi tardío aliento, ya exhausto de ti.