
Aquí donde no alcanzamos el cielo
donde al suelo no nos topamos
Ahí en el final, con las risas
feroces de la venganza,
donde no se escuchan
Donde no contamos las gotas
con que la lluvia nos moja
Aquí donde fugarse parece un buen final
Donde el aire respira y
los pulmones también
y en donde los niños juegan a ser
sólo niños
y los pasos no parecen tan gigantes
Aquí donde Las razones por las que
lloras no son fantasmas.
Donde las puertas no se obstruyen
y el viento nos quita la ropa
donde no atas nuestras
caderas a las camas
Aquí donde lo normal no parece
desesperado
Aquí donde la libertad no
es la cuota de cada noche...


